El control de olor es una parte esencial de las operaciones para las industrias que tratan de mantenerse al tanto de las regulaciones gubernamentales de emisiones, además de mejorar las condiciones para los usuarios y residentes en las áreas circundantes.
En la mayoría de los casos, las soluciones de control de olor ofrecidas son desodorizantes de aire que no eliminan gases potencialmente tóxicos o cuando eliminan los olores, se introducen compuestos peligrosos en el proceso de limpieza.
La importancia de utilizar este tipo de inhibidores ayudan a la protección de los usuarios con una sencilla técnica de pulverizar en áreas olorosas de trabajo al atomizar salen pequeñas gotas. Los aceites esenciales en las gotas se combinan para formar una película delgada y electro estática cargada alrededor de las gotas. La composición de esta película atrae moléculas que forman el olor ofensivo. Las moléculas olorosas se adhieren a las gotitas donde son capturadas y neutralizadas por la mezcla de aceites esenciales.
Es muy importante que en los inhibidores a aplicar se utilicen como materia prima aceites esenciales (28% a 50%) como ser Limoneno, Eucalipto y todo tipo de aceites cítricos.
